Es un hotel localizado en el centro de Cleburne. Cuenta con varios pisos, número amplio de recámaras, comedor para desayunos, tienda, un restaurante al lado y múltiples comodidades. Es un hotel que tiene toda la decoración colonial y antigua, pero todas las amenidades de un hotel moderno.
Me hospede en este hotel por 5 días en un viaje de negocios y tiene todo para hacer de tu estancia algo tranquilo y placentero: desayuno continental cumplidor, alberca, gimnasio pequeño , entre otras amenidades. Los cuartos son amplios y cómodos, con televisiones con HD y amplia variedad de canales. El internet es algo muy bueno, ya que llega sin problemas a cualquier punto del hotel .
El personal es amable, hay algunas recepcionistas más amables que otras, pero jamás te trataran mal. El mejor punto de este hotel: el precio, por lo que pagas, es una ganga.
El único punto malo quizá sea la ubicación, ya que tienes que desplazarte un poco para ir a otras opciones de restaurantes de Cleburne.Más
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