Ha sido una de las mejores experiencias que he tenido en un hotel. Precio económico, habitación comodísima con unas vistas impresionantes de toda la playa de Calella (reconozco que tuvimos mucha suerte), comida muy decente y un servicio perfecto. Es el mejor sitio que puedes elegir si quieres unas vacaciones tranquilas. He visto todo tipo de quejas de la gente respecto a que pasa la vía del tren por delante del hotel pero yo no he tenido ningún problema a la hora de dormir, ni he tenido sobresaltos de ningún tipo por ello.
En el cumpleaños de mi novia, sin nosotros decir absolutamente nada, nos sorprendieron en la comida regalándonos una tarta y una botella de cava. Fue un detalle impresionante que no nos esperábamos ninguno de los dos y lo agradecimos enormemente.
El día que nos fuimos, después de hacer el check out, nos permitieron pasar la mañana en la piscina del hotel (impresionante también, por cierto) y luego nos dejaron pasar a unas duchas que tienen para ocasiones de este tipo.
En cuanto al personal, todos nos trataron de una forma inmejorable. En recepción nos atendieron de lujo. Cualquier cosa que pedíamos o preguntábamos la realizaban o contestaban con amabilidad y rapidez. En el restaurante lo mismo. Y hablando del restaurante, la comida estaba muy bien. Es un buffet más bien pequeño, pero varían bastante todos los días y tienen también una plancha donde te hacen pescado o carne en el momento.
No sé qué más decir de verdad, creo que ya ha quedado claro que he salido más que encantado de este hotel y que lo recomiendo 100%.