Queríamos celebrar una despedida de soltera. Reservamos y pagamos la reserva íntegra en Diciembre. Acordamos con Manel, el propietario, subir un día antes para darnos las llaves, y cuando entramos estaban arreglando goteras y PINTANDO la casa. La piscina no tenía agua y como le mostramos nuestro disgusto el propietario se volvió loco, se fue abandonándonos en la casa y canceló la reserva. Podéis imaginaros, a un día de la despedida buscar una casa para 15 personas cuando llevas meses trabajando...
Por otro lado la casa tenía aspecto de abandonada, estaba SUCIA, tenía desperfectos y no era para nada cómoda. Nada que ver con las fotos.