Este hotel es muy agradable ya que es únicamente una pequeña isla con contadas habitaciones, pero es excesivamente caro para su servicio y calidad. Está en frente de la isla con tortugas gigantes a la cual se puede ir con los kayaks (que te ofrecen en el hotel) o andando si la marea es baja.
La comida podría ser mucho mejor, se vuelve repetitiva, y el tiempo de espera para ella es realmente excesivo. Esto es un gran problema ya que tampoco hay opción de poder comer en otro lugar.
De cualquier manera, la isla es muy bonita, tiene algunas playitas y recobecos muy mágicos y es recomendable, como digo, para una estancia no superior a 5 días.