Despues de un safari por SudAfrica, escogimos este resort , ubicado en una pqueña isla a 15 minutos de Mahe, para pasar unos días de descanso. Un gran acierto, nos alojamos en la Villa Palm, que constaba de 2 edificios, con sus correspondientes dormitorios, baños completos ( en una de ellas era totalmente exterior), salon y piscina privada. Disponiamos de acceso directo a la playa , que aunque no es privada, disfrutamos casí en soledad y con total privacidad. Vistas increibles del Oceano indico, y de otras islas alrededor. Las playas en esta isla no tienen nada que envidiar a las de Mahe.
El personal del resort encantador, preocupados en todo momento de tu bienestar, te organizan barco para traslados a Mahe a cualquier hora, eso sí a partir de ciertas horas, esto tiene un sobrecoste, no incluido en el precio.
El servicio de restaurante y desayuno, de buena calidad, con productos elaborados en el momento.
Habitaciones amplias y limpias, con descanso muy reparador.
El resort te puede organizar cualquier excursión, a parte de actividades propias como snorkel, kayack, etc
Volvería a alojarme de nuevo allí sin dudarlo.