Hotel muy bien ubicado y con personal muy amable. Es muy funcional, pero con menos prestaciones de las que se espera en un hotel de esa categoría. La habitación es pequeña aunque si has viajado a otros países no causa problemas, pero hay que tener claro que no hay armario. La cama es semiplegable aunque cómoda y tuvimos problemas con las máquinas de hielo que no funcionaban. No usamos la tele porque cobraban un depósito por el mando.
Si lo que se quiere es una buena ubicación ya que el hotel, en NY, se usa sólo para dormir y ducharte entonces si compensa.
Ah, en la planta cuarta hay un terraza con unas vistas muy buenas.
Nosotros tuvimos la suerte de que nuestra habitación estuviese en la planta 23 y con vistas laterales al Empire State.