Horrible experiencia. Al llegar al hotel nos dijeron que la habitación estaba cancelada y al asegurarles que estaba todo correcto, no miraban por nuestra identificación. Nada amables, prepotentes en recepción y cuando confirmaron que estaba correcto nos dijeron que nos darían una estándar, cuando teníamos pagada una suite executive. Cuando todo se aclaró, nos pidieron 500€ en tarjeta, aún estando todo pagado, al final nos cobraron 200€ por las tasas. Una vergüenza todo.
La habitación (suite executive) no estaba preparada, la cama supletoria sin hacer. Las sábanas olían a humedad. Habitación no muy limpia. Baño pequeño y sin apenas accesorios. Tuvimos que comprar un gel para la semana porque solo había un tubo pequeño, insuficiente.
Lo peor el desayuno, es un autoservicio, sin platos y cubiertos de madera, los camareros maleducados, prepotentes y chulos, una vergüenza. Sólo entraban 20 dólares por persona y en NY con ese precio sólo tienes para un café y un croissant. Al hacer el check-out nos cobraron 45€ de más por el último desayuno,que, por supuesto, ya estaba pagado, se lo dijimos y nos dijeron que se habían equivocado, pero aún no nos han devuelto el dinero. No volveremos jamás y ya le hemos dicho a nuestra agencia que, por favor, no lo recomiende. UNA ESTAFA!!!
Lo único bueno, la ubicación, para nada es un 4 estrellas. Hace años estuvimos en el Hotel RIU y se corresponde con un 4 estrellas en todos los sentidos.