A dos cuadras del central park, llegamos caminando al MOMA, a Rockefeller center, a las compras de la 5a Avenida, a St Patrick... me gustó mucho su localización.
Es un hotel grande, sin restaurante, solo tiene un bar muy grande y una tienda de café y comida sencilla para llevar. A unos pasos hay fabulosos restaurantes, el oriental Lily, el italiano "Trattoria del Arte", hacia el otro otro restaurante que no recuerdo el nombre pero vende unos sandwiches que la gente hace cola. En fin, estuvimos ubicados en un lugar ideal para todas nuestras actividades y no extrañamos demasiado que tuviera un restaurante.
En cuanto a los servicios, pues no tiene como decía restaurante ni servicio a cuartos, no hay servir bar así que si tienes que refrigerar algo, olvídalo. Son habitaciones con unas camas comodísimas, tienen un buen tamaño y es lo necesario para descansar en Nueva York. El precio es muy bueno con relación a los hoteles cercanos, así que no me arrepiento de mi elección.Más
- Wi-Fi gratis
- Restaurante
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