El sitio es bastante estrecho, mesas muy juntas y hay mucho ruido. Había música en directo en la planta alta. El servicio muy bien, tanto el barman en la barra que esperamos la mesa, como el camarero que nos tocó. Conviene hacer la reserva, porque el sitio estaba a tope.
Comida fenomenal, comí churrasco y era inmejorable y el postre también fenomenal.
Hay mucho ambiente y se ve que la mayoría de los clientes son fijos, ya que conocen los camareros y eso es siempre un buen señal... Desde luego recomendable!
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