El Hotel es un lugar tranquilo, perfecto para desconectar, un paraíso de plantas y naturaleza. Tiene unas vistas impresionantes. El servicio y el trato muy bueno, habitaciones limpias y bonitas. Las estancias de la piscina y el jardín son una maravilla. Hemos disfrutado mucho la terraza, donde sirven cócteles y zumos muy ricos. En resumen, todo un acierto, sin duda volveremos.