Excelentemente ubicado, se puede llegar a pie o fácilmente en transporte público, a todos los lugares importantes en el centro de Honolulu. Tienen un servicio de Concierge que rápidamente te puede coordinar tours o arriendo de auto. También te prestan diariamente toallas, esterillas y quitasoles para la playa.
La habitación pequeña, pero cumple. El baño estrecho, un tanto incómodo. La cama blanda, antigua, quizás lo más bajo de la habitación.
Sin embargo, el mayor defecto del hotel es el desayuno. Lo primero, es que no hay comedor o mesas. La sala de estar se convierte en el lugar para tomar desayuno, y casi siempre está llena. Cuesta encontrar un lugar donde sentarse. Lo que se ofrece es muy básico, lo mejor es la fruta, pero en general, bastante pobre. Lo que más llama la atención es que ocupan vasos y cubiertos de plástico, lo que no va con la vida en una Isla o en los tiempos que corren. Poco ecológico.