Es encantador, muy bien ubicado a metros de la playa, limpio, con muy buena atención, con lindos detalles. Volvería cada vez que vaya a Oahu. El desayuno es muy bueno y completo, y el happy hour de la tarde increíble. Nos fuimos llenos de buenos recuerdos, del personal que nos atendía a la mañana, de la gente de recepción, del manager Joe Carmona un chileno amabilísimo. Leí que algunos se quejaban de la falta de platos y cubiertos en la habitación, no hay problema, te puedes llevar los del desayuno y te dejan usarlos hasta que te vas. Creo que ese es el lema, nada es un problema, todo tiene solución.