Nuestro vuelo de Los Ángeles a Honolulú se retrasó y al llegar perdimos la conexión con nuestro vuelo a otra de las islas de Hawaii.
Ya no quedaba personal que nos pudiera ayudar en el aeropuerto y fuimos a la zona de recogida de los autobuses de los hoteles. El conductor llamó al hotel y le confirmaron que tenían habitación libre y que el precio, era bueno, 240$ la noche (sin desayuno) Nos pareció caro, pero no nos apetecía dormir en la terminal y teníamos que estar en el aeropuerto a las 6 de la mañana.
Cuando llegamos a la recepción, que ya eran casi las 12 de la noche, les explicamos que íbamos a dejar la habitación a las cinco de la mañana, les preguntamos que si nos podían hacer un buen precio, y nos volvió a repetir lo mismo que el conductor, que 240$.
A pesar de que apenas íbamos a estar en la habitación cinco horas, entiendo que no nos quisieran hacer un precio más barato de lo normal, es un negocio y tienen que velar por él, lo que no entiendo es que se aprovecharan de nosotros, pues comprobando el precio en las distintas páginas web esa misma noche (antes no podíamos porque no teníamos internet en nuestros teléfonos y en el aeropuerto no había wifi público y todos los establecimientos que sí tenían estaban ya cerrados) descubrimos que la habitación salía al menos por 70€ menos.
Y eso no se hace a un cliente, sobre todo cuando ya era seguro que no iban a tener muchos más esa noche, porque ya no había ningún vuelo más, como he dicho el aeropuerto ya estaba cerrado y desierto.
La habitación estaba limpia y estaba bien de tamaño, pero que menos por ese precio y claramente no tenía, ni de lejos, una buena relación calidad/precio.
Señores, han perdido un cliente para futuros viajes a la preciosa isla de Oahu.