Lo que más me gustó es que la entrada es muy simple caminando por las calles de pronto están unas escaleras con el anuncio SOTTO que van a dar hacia abajo en un sótano de un edificio, abres unas cortinas y te encuentras con lugar muy peculiar, padrísimo lleno de velas en las mesas, de madera, ladrillo, pareciera que estás en una caba, increíble lugar para echar unas copas en el bar, la comida muy normal rica pero normal, muy buen servicio, si está para visitarse si te gusta este tipo de lugares para echar copa, (por la cocina la verdad no, yo me iría a otro lugar), pero a mí me encanto, yo si volvería.
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