Lugar en pleno campo, muy tranquilo (solo hay unas doce habitaciones) y acogedor. Habitaciones muy bien decoradas en piedra. Limpieza impecable. El trato y el servicio es inmejorable y detallista. Otras características a valorar: piscina grande, carta de masajes, minibar gratuito, desayuno muy correcto en un patio empedrado ideal, cercano a Módica (unos quince minutos), posibilidad de excursión a Malta organizada por el propio hotel… En definitiva: la relación/precio de este hotel es muy buena. Muy recomendable.