La ubicación de este hotel no puede ser mejor, fue nuestro segundo destino en nuestra luna de miel por Costa Rica, cierto es que la accesibilidad al hotel no es la mejor pero en Costa Rica las carreteras no existen en la mayoría de los destinos son todo caminos de montaña.
Cuando llegamos la atención por parte de la recepcionista, Roxana, fue muy atenta y nos explico todo el funcionamiento del hotel las cosas que podíamos hacer como ir al pueblo, todo.
En el restaurante los camareros eran amabilísimos, para el desayuno el día de antes tenias que elegir lo que querías desayunar para evitar así el desperdicio de comida sobrante aun así era riquísimo y abundante. La comida fuera del desayuno si que nos pareció un poco cara pero muy buena, pero era mejor comer en el pueblo sobre todo en un restaurante que estaba en un pequeño centro comercial que se llamaba Sabortico o algo parecido en el que se comía de maravilla y baratísimo.
En cuanto a las habitaciones son casetas preciosas y muy amplias, se cuida muchísimo la limpieza y son muy acogedoras.
Sin duda volvería a alojarme en este hotel que cuenta con la mejor atención, el mejor entorno que cuenta con varios senderos nada complicados en los que adentrarte en la selva sin riesgo, simplemente maravilloso.Más
- Estacionamiento gratis
- Restaurante
- Bar/Salón
- Internet gratis