Mi novia y yo decidimos viajar desde Córdoba hacia Mendoza para recibir el 2018 y volvimos felices y agradecidos de haber elegido este hotel boutique. Es un lugar hermoso, muy tranquilo y muy cómodo, ideal para relajarse y desconectarse de la ciudad. Desde el momento en que ingresamos al hotel nos sentimos como en casa y eso fue gracias a la calidez de la atención de todo su personal. Me siento obligado a darle nuevamente las gracias a Damián por estar en todos los detalles y hacer de nuestra estadía una experiencia increíble! Además, no me puedo olvidar de Matias, el chef de la posada, que nos deleito con cada una de sus comidas, desde los panes y facturas hechos cada mañana para el desayuno hasta la sublime cena de 5 pasos para recibir el 2018. Nunca había probado una combinación de sabores tan delicados, exquisitos y bien maridados con vinos de la región. Gracias al esmero y la dedicación de todos ellos, esa noche va a quedar grabada en nosotros como una de las mejores vísperas de año nuevo que hemos vivido.
Por último, el hotel está muy bien ubicado ya que se encuentra a minutos de las bodegas más importantes del país y, en los alrededores, hay una gran variedad de opciones para todos los gustos: Bares, Pubs, Discos, Restaurants, etc.
Gracias nuevamente a todo el personal del hotel por una estadía espectacular.