Posada pequeña, con atención súper cordial de parte de sus colaboradores. Realmente atentos a cada detalle. Nos sentimos súper bien las 6 noches que estuvimos. Piezas con radiador y decoradas rústicamente. Camas muy cómodas. Zona silenciosa ideal para el descanso. Nos encantó ir con nuestros hijos a un lugar así en lugar de un gran hotel, se siente más familiar y seguro, los chicos jugaban en el patio❤️.
Desayuno pequeño y tipo buffet.
Puntos a mejorar:
-El agua de la ducha no sale con mucha potencia
- variedad en el desayuno y disponibilidad de frutas (a veces se acababan)