Excelente experiencia en Kalenko donde el personal se esmera en dar un servicio atento y cordial. Las cabañas son nuevas y muy bien equipadas y las camas son grandes y muy cómodas. Desde las cabañas se puede escuchar el murmullo del agua de un río que corre dentro del predio. Hay una laguna con Kayaks y apta para nadar. Se pueden hacer caminatas en el lugar y utilizar bicicletas mountain bikes para recorrer la zona. Cada cabaña dispone de amplias tinas de agua caliente que invitan a relajarse observando el paisaje. El desayuno es artesanal con panes y mermeladas elaboradas por la señora Mónica encargada del lugar. Para los que andan en auto cabe destacar que el lugar se encuentra a una corta distancia de los principales atractivos de la zona de Pucón pero lo suficientemente alejados del tráfico de temporada.Más
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