Estuvimos alojados 3 noches durante el mes de mayo en un grupo, dentro de un circuito de IMPERATORE, el primer día de desayuno se quedaron si existencias, los últimos que llegaron a desayunar no tenía casi nada. Además se estropeó el tostador y no lo repararon durante nuestra estancia, para conseguir el café (te lo hacen según petición) había que tener suerte. También durante una cena, como se alojaban otro grupos, entre el primer plato y el segundo pasaron tres cuartos de hora, porque los camareros se pusieron a servir un buffet a otro grupo.
Considero que estos detalles para un hotel de 4 estrellas no son normales, cuando ellos saben de antemano toda la gente que van a tener cada día, porque funciona mucho con grupos.
Por lo demás las instalaciones son amplias y limpias, y la situación a pesar de no ser céntrico, se llega muy fácilmente al centro caminando unos 15 minutos por una zona segura.