Hotel anticuado, sucio, en una zona de un pueblo donde a partir de las 8 de la tarde no se puede hacer nada. Solo funciona el restaurante para grupos. Hay un bar pero nadie que lo atienda. No hay caja fuerte en la habitación. Desayuno penoso. La máquina de café no hace café sino que es solamente un depósito rellenable con café rehecho, leche y agua. Las sillas del comedor llenas de manchas
En mi habitación nada más abrir el armario encuentro uno de los cajones roto. Solo dispone de una pocas perchas de las que tiran las tiendas de moda.
Si viajas a Florencia, este hotel está a más de media hora del centro por carretera cuando no hay atasco porque la carretera de acceso es de tercer orden, estrecha, con semáforos y limitaciónes de velocidad . A las horas puntas se puede tardar una hora en llegar al centro.
El hotel viejo sin ninguna remodelación. El cuarto de baño pequeño, no caben dos personas juntas. La ducha diminuta, si se te cae el jabón no hay espacio para moverte y recogerlo. Las amenities de broma, un jaboncillo y un sobre de champoo. La cama blanda, de muelles, se hunde según te tumbas.
Este hotel como mucho debería tener dos estrellas!!!Más
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