Comencemos por las luces.
Está ubicada en la vía de acceso principal a unos 400 mts de la playa.
Tiene un restaurante que se llama Frida ,comida mexicana, en el que no hemos comido.
Con el entorno de una selva exuberante se llega al área de estacionamiento que tiene una escalinata inserta en la barranca de piedra que es muy linda y anticipa lo que es el aspecto mas fuerte de esta posada : la ambientación.
Realmente está decorada con estilo y buen gusto con detalles por dónde se lo mire.
La pileta tiene una terraza panorámica que es de lo mejor
A las dos horas de llegados Nené, la dueña, me exigió el pago del 50% restante (el otro 50 % yo lo había adelantado 4 meses antes) me llamó la atención ya que , en general ,se cobre al final con todos los consumos.
Como no lo hice, en el desayuno me lo reclamó con mas energía y aproveché para decirle que resultaba chocante la premura.Su respuesta fue que esa era costumbre en Praia do Rosa y que ella tenía la delicadeza de permitir que la gente se instale antes de cobrarle pero que yo hacía bien en señalarlo
Nos alojamos (tres personas) en la suite número 2 cuyo precio por día era de 400 reales.
La habitación principal está muy bien decorada el espacio guardarropa es muy justo,tiene heladera ,aire acondicionado , televisor de tubo con una conexión de cable que es mejor olvidar y un baño sin bidet que comparte el espacio con la ducha.
La temperatura del agua caliente puede ser a punto de hervor o repentinamente fría .
La parte superior con dos camas individuales resulta baja y es fácil golpearse, tiene ventilador en vez de aire acondicionado y resulta calurosa
El desayuno está muy bien presentado, como todo en este sitio,pero resulta pobre en variedad por ejemplo tiene una clase de yogurt (frutilla), un budín o biscochuelo (cuyo sobrante se sirve a la tarde con el café mineiro),queso de Minhas en un plato pequeño con aceite de oliva, un plato con fiambre de una calidad modesta y una panera con un pan dulce muy rico pero único y otras dos o tres piezas.
Cuando promedia el desayuno nos informan que de querer huevos hay que encargarlos.
La sensación general es de escamoteo.
El café Minheiro es servido a las 18,00 hs y consta de un café con una barrita de canela ,el biscochuelo de la mañana y chipá hay que apurarse porque se acaba y se acabó.
Las sombras.
En la segunda noche se desató una tormenta y entró agua en forma de catarata en nuestra habitación pese a la rápida reacción la notebook se mojó ,lo demás se pudo salvar.
eran las 23,00 hs y no había nadie a quien pedir ayuda o que preguntara como estábamos.
A la mañana siguiente nos mudaron a la suite grand master que es preciosa , mucho mas amplia y con una vista de la copa de los árboles que es increíble.
Intenté secar la computadora que terminó siendo reparada en Buenos Aires.
Nunca Nené o su marido se mostraron preocupados o intentaron reparar de alguna manera el daño del equipo, me prestaron una aspiradora, herramientas y un secador a pedido mío.
En síntesis es un muy lindo lugar, fijate dónde dormís si llega a llover, no esperes que te ayuden con las valijas, no te ofendas si te quieren cobrar de entrada, y pedí lo que necesites para desayunar, la ropa blanca intentan cambiarla cada tres días por cuestiones ecológicas, te prestan sombrilla y reposera para la playa.