La pousada es un 10 en todo.
El estilo del lugar es acorde a la naturaleza que lo rodea con muchos detalles de confort que no desentonan y son amables con lo agreste. Pero sin lugar a dudas, Julio y todo el equipo que conformó hacen la diferencia.
Nos alojamos en el bungalow 4, una maravillosa casita con un balcón que tiene vista panorámica que podes apreciar acostado sobre una hamaca paraguaya, y si es de noche, con música en vivo que oís desde el centrinho que se encuentra a 300 mts.
Respecto a las comodidades y limpieza, es impecable, basta con decir que mientras desayunas, las personas encargadas de ello, amables y super educadas, hacen tu cama y cuando regresas "esta hecha!!!". Cuenta con dos baños, y aa en las habitaciones, un comedor c parrilla dentro de la casa, cocina c encendido eléctrico, microondas, licuadora y una tostadora para hacer tostados, igual que la que está en el comedor gral.
Cuando llegamos, me asombró gratamente el detalle que en la cocina del depto había elementos de limpieza: esponja, detergente, paño y jabón de lavar ropa.
En cuanto al desayuno, es una cosa exquisita y completísimo: 7 variedades de frutas muy ricas y super sabrosas( sandía, melón,papaya,ciruelas, ananá, duraznos, bananas), 3 ó 4 variedades de panes (incluido algún pan saborizado hecho por las maravillosas manos de Jeseline, cuyos bolos de 2 sabores distintos cada día, además son exquisitos). té, café y cacao, 3 variedades de jugos, jamón y queso, yogurt y cereales, dulce de leche, queso crema y manteca, huevos revueltos hechos en el momento y siempre calentitos. Es para hacer notar que en 10 días que estuvimos allí ningún día hubo dos bolos iguales! Destacado es el servicio permanente y reposición de lo que se va consumiendo hecho por Samuel, Manuela, y Franco.
Cada detalle está cuidado y pensado para el huésped.
Respecto al jardín y piletas(2) están muy cuidados y hay dos ducha externas para quitar en exceso de arena en caso que quieras bañarte antes de entrar a la casa.
Pero, sin dudas, lo mejor de la posada es Julio y todo su staff que realmente hacen la diferencia, sin mencionar los "asados" que organiza a la romana (ayudado por Samuel), que es una maravillosa forma de conectarse y compartir con otros huéspedes, y así te llevas amigos de distintas partes.
Todo lo que necesitas, VALE VERDE lo tiene y sino hablas con Julio y lo provee o lo facilita.
En cuanto a la ubicación, esta como a 300 mtrs del centrinho, y a unos 15 minutos caminando a praia norte. Hay que decir, que para llegar a la playa, se puede ir en auto( estacionamiento 20 reales) o caminando. Consejo: caminar aunque hay dos subidas pronunciadas en praia norte, llevar sombrilla(alquiler 20 reales) y sillas(alquiler 15 reales C/U).
Si queres pasar unas vacaciones perfectas, anda a Vale verde, donde todo se conjuga para que pienses en volver xq la pasaste genial!!!!!
Julio ( y su familia) y todos allí son seres maravillosos, educados, lugar limpio y muy prolijo, desayuno inolvidable......
Qué más se puede pedir.....VOLVER!!!!! para pasar unas vacaciones inolvidables nuevamente