Estuvimos una semana un grupo grande de amigos con niños.
La casa está genial, muy bien cuidada y con todo lo que se necesita. Habitaciones y baños amplios. Como fuimos en verano, prácticamente hicimos vida en el exterior: fenomenal la zona acristalada de la barbacoa (por la noche refresca incluso en agosto). Los niños se lo pasaron en grande jugando en el patio y en el césped (con porterías, muro de escalada, canastas de baloncesto...). En la parte del ático hay mesa de ping pong y futbolín, pero los usamos poco porque al exterior se estaba mejor (imagino que en otoño-invierno será más aprovechable).
La casa se encuentra en una población muy pequeña, donde prácticamente solo escuchas el sonido de los cencerros de las vacas.
Desde donde está se pueden hacer excursiones a menos de una hora: Santander, Cabárceno, Comillas... Muy cercano a la casa también hay actividades para hacer: senderismo por la estación de esquí de Alto Campoo, visitar el nacimiento del Ebro...
Antonio, el casero, nos trató estupendamente y nos ayudó en todo lo que le preguntamos. Siempre disponible y dispuesto.
Estancia para repetir.
Es una casa grande, limpia, el entorno es precioso para dar grandes paseos y desconectar de la ciudad.
La casa tiene barbacoa, comedores grandes, nosotros fuimos 17 adultos y 4 niños y es muy espaciosa, bonita y muy cómoda, sin duda para volver a repetir.
Además tiene un rocodromo y un extenso terreno para jugar al futbol.
El dueño es encantador y te ayuda en todo lo que puede.
100% recomendable.
Contactamos con Antonio para alquilar la casa un fin de semana. La casa grande, cómoda, es un sitio adecuado para disfrutar de una convivencia entretenida. Encendemos la cocina económica y utilizamos su horno. También cocinamos en la parrilla, en un espacio perfectamente acomodado.
La casa, una antigua residencia familiar, se ha rehabilitado con cariño y muestra las vivencias pasadas.
Muy recomendable.
La casa es maravillosa, no le falta un detalle,y amplísima, fuimos un grupo de 21 y nos sobró espacio.
Y Antonio, el casero, un primor, cualquier cosa que pudieramos necesitar, ahí estaba el.
Esta en un sitio espectacular para visitar toda Cantabria,y al lado mismo de la casa el nacimiento del Ebro y el poblado cántabro, además de unas pozas y toboganes naturales de agua que hicieron las delicias de los más pequeños.
Si tenemos la oportunidad de volver a Cantabria, repetiremos sin duda en la casa de los Pedros.
La casa está fenomenal, es muy amplia, está muy cuidada y tiene unas vistas espectaculares. La recomiendo para ir con un grupo grande. Tiene una preciosa zona exterior con barbacoa y muy bien equipada con mobiliario de jardín. Antonio el dueño es muy amable. Han sido unas vacaciones magnificas.