Me he alojado un par de días en este piso y la verdad es que me he sentido como en casa. El piso es super acogedor, tiene muchísima luz y dispone de todo lo que necesitas para una buena estadía.
Santo Domingo es un pueblo con muchísimo encanto, con sus casas y calles de piedra y además la casa no puede estar mejor situada! En pleno centro a al lado de todo. La verdad he quedado encantada