Pedimos unos platos combinados de puntillas ,calamares y cazón, las bebidas, refrescos y 2 tercios de cerveza(medio frios), los platos patatas congeladas, 1 huevo y el resto mejor ni mencionar,todo congelado y malo.
Ir a los baños puede llegar a ser muy desagradable, al menos el de chicos, hasta dar al botón de la cisterna es asqueroso, por no hablar de él bote de lo que se supone que es el jabón o el plástico que cubre el papel higiénico.
El local por dentro es como un almacén sucio y desordenado, el olor a grasa se esparce por toda la estancia
A la hora de pagar nos informan que no cojen tarjeta, que ni bizum ni nada(culpa nuestra quizas por no haber preguntado antes), asique a buscarnos la vida para buscar un cajero.
Los chicos que están de camareros son agradables .
Conclusión, un desastre, me duele hacer una crítica tan pésima de un restaurante, pero creo que deberían reaccionar y dar un giro radical a la gestión del local antes de eque venga sanidad y lo cierre.
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