Este hotel ubicado en la rua 1901 del Balneario de Camboriu, según la clasificación está considerado 4 estrellas, creo en mi opinión que debería ser de 3 estrellas ya que adolece de cosas que si deben tener los hoteles clasificados como 4 estrellas. Paso a relatar mi experiencia en este hotel entre los días 11 al 18 de febrero de 2018.
La llegada fue a la hora del Chek in, sin embargo nuestra habitación no estaba lista, del grupo que llego fuimos los únicos en no contar con la habitación lista, tuvimos una espera de 20 minutos antes de que nuestra habitación estuviera en condiciones de ser ocupada. La habitación solicitada era doble, había efectivamente dos camas una tamaño King y una de 1 plaza, es extraña la situación ya que uno espera o dos camas de una plaza y media o dos camas de dos plazas. En la mesita de noche o velador no había lámparas, solo la lámpara general de la habitación que se apagaba en un solo lado de la cama lo que ocasiona inconvenientes a la persona que está en el otro lado de la cama.
La caja de seguridad no cuenta con chapa no es digital, la chapa y la llave hay que solicitarla en recepción, no logre hacer funcionar la chapa por lo que tuve que devolverla, sin embargo el uso de la caja de seguridad tiene un costo de 5 reales diarios, algo absolutamente insólito, de todos los hoteles que he visitado en mis viajes, jamás tuve que pagar por el uso de la caja de seguridad en la habitación, esto ya es una situación irregular y con costo de cargo del pasajero y no del hotel.
La habitación tiene un buen tamaño, sin embargo el lavatorio o lavabo, esta fuera del cuarto de baño o sea dentro de la habitación, solo con agua fría, esto ocasiona inconvenientes ya que luego de ocupar el cuarto de baño, hay que lavarse las manos en la habitación, algo muy extraño y poco práctico, será tendencia europea, pero es la primera vez que me ocurre algo así en un hotel.
El closet o placard es sin puerta, otra cosa que debiera mejorar.
El programa que compre en Chile en Turismo Cocha, incluía desayuno y cena buffet. El desayuno era correcto con falta de jugos naturales de las abundantes frutas existentes en Brasil, lo que servían eran jugos procesados, la cena buffet con los de siempre acompañamientos, ensaladas y carnes y pescados, la variedad cada noche era mínima, poca creatividad y variedad en los postres. Una cosa que me llamo la atención tanto en el desayuno como en la cena hay una multa de 5 dólares si se deja comida en el plato, es importante hacer conciencia en los huéspedes de no dejar sobras en las comidas pero de ahí a multar por esta situación lo considero un exceso.
Destaco del hotel la amabilidad del personal de servicio, especialmente a la camarera de nuestro piso (Grace), ella fue muy amable a nuestros requerimientos de toallas o jabones y siempre estuvo preocupada que en nuestra habitación siempre hubiesen estos elementos.
Una de las cosas destacables del hotel es su ubicación, en la Rúa 1901 a una cuadra de uno de los mejores sectores de la playa a 100 metros de un supermercado en donde comprar las aguas minerales (imprescindible su consumo por el calor y la humedad), además de bebidas, cervezas y todo lo que se encuentra en un supermercado.
El hotel cuenta con dos bloques de habitaciones, yo me aloje en el bloque que da hacia la calle principal, craso error, el ruido en la noche de motos, camiones incluyo de conversaciones en voz alta se sienten, no cuentas con ventanas que aíslen el ruido, preferir entonces las habitaciones del bloque interior del hotel.
Las habitaciones no cuentan con el clásico letrero para la puerta de “no molestar”, y asear la habitación, esto es necesario si uno duerme hasta más tarde y la camarera abre la puerta y se encuentra con los pasajeros en la habitación.
En resumen si no hay otra posibilidad de elección, escoger este hotel por su ubicación y no tener grandes expectativas. El hotel puede mejorar, haya pequeñas cosas no tan caras que el hotel puede hacer para mejorar la estadias, una de las necesarias es el aire acondicionado en las áreas comunes y tener mayores revisiones al único ascensor que hay, el día que nos retiramos el ascensor estaba averiado y tuvimos que bajar desde el tercer piso con nuestras maletas, los más perjudicados eran los del quinto piso, que el esfuerzo para bajar fue mayor.