Un hermoso lugar para descansar. Atendido por sus dueños, que son encantadores y serviciales. El lugar esta rodeado de naturaleza, y en la montaña, lo que hace que el acceso sea un poco empinado. Hay muchas actividades para realizar en el Bolson.
pasamos una noche diferente en la comarca, en nuestro 33° aniversario de casados, y como vecinos podemos opinar que es un lugar muy tranquilo rodeado de naturaleza, una vista espectacular dada la altura de si ubicacion y la atencion personalizada de sus dueños Horacio y Kitty, gracias por hacernos pasar un gran momento...ah y a la mañana te sorprenden con un delicioso desayuno!!!!!
atendida por los dueños , en un ambiente distinto para amantes de la montaña , al no tener television , no hay ruidos molestos , indispensable un buen libro . Las fotos son insuficientes para mostrar la paz , el cobijo y la contencion. Las charlas que se pueden llevar con artistas versados , y con gran experiencia de vida es un plus .
La hostería queda emplazada en una montaña, la subida en auto es un poco dificultosa ya que el camino es de ripio, bastante empinado, pero en el sur del país es muy común encontrarse con caminos de este tipo. El Bolsón es un muy bello, rodeado de naturaleza, montañas, lagos y ríos, todos impactantes. La ciudad sin embargo ofrece muy pocos alojamientos de buena calidad. Buena Vista es uno de ellos.
Al llegar a la hostería, uno comprende porque sus dueños eligieron el lugar para construir esta hermosa casona. Nos recibe una galería llena de paños fijos y hermosos vitreaux en sus ventanales con vista al pueblo y sus alrededores impresionante.
La hostería cuenta con todos lo necesario para pasar unas vacaciones lindísimas; muy bien acondicionada, los colchones y almohadas son de primera calidad, la ropa de cama es excelente.
Los anfitriones, Horacio y Kitty, muy amables y dedicados al cuidado de los detalles. Muy ricos los desayunos, preparados especialmente cada mañana (sin repetirse).
Asi es como se siente estar en esta Posada maravillosamente atendida por Horacio y Kitty.Aun podemos sentir el aroma al desayuno que preparaban tan amorosamente,los colores que disfrutamos desde sus balcones,los silencios interrumpidos solo por los sonidos de la naturaleza,la calidez con que fuimos tratadas.Poder compartir con sus duenios y con las personas excelentes que hemos conocido,charlas y desayunos,disfrutar como si estuvieramos en casa.Recomendamos este lugar en la Patagonia y volveriamos siempre!,Muchas gracias Horacio y Kitty!!
