Un B&B muy singular en lo alto de un cerro. El lugar es realmente hermoso. Una casa muy cálida con pocas habitaciones. Es increíble cómo está construida de manera tal que entrando en un día de 38° esté fresco adentro. Todo es de muy buen gusto y relajado. Tiene algunos inconvenientes para mí: está muy lejos de todo, y no está pensado cómo vas a comer. Es decir, no tiene servicio de comidas, salvo el desayuno, y todo -todo- está realmente muy lejos. Tampoco tiene instalaciones como para que lleves tus provisiones y cocines -tipo cabaña-. Es algo raro... Es imprescindible tener un vehículo, y ya para un auto común como en el que fuimos, la subida (camino de ripio y en cuesta empinada) es bastante difícil. Hay tramos en los que el camino está muy malo y cuesta bastante subir (el auto patina). Por lo demás, es un lugar realmente hermoso en el cual se respira paz. Atención muy amable. Con las salvedades del caso es 100% recomendable.