Nos encantó el lugar, es un hotel pequeño, tiene solamente 6 habitaciones, un área común amplia, parque. Es muy lindo, acogedor, bien decorado y está impecable. El hotel tiene una terraza/balcón extensa y desde la habitación una vista a la ciudad muy linda también. Está un poco alejado del centro pero si estás en auto son 5 minutos y la verdad la zona lo vale, es super tranquilo, abierto, verde. Se ven cielos estrellados hermosos. Las habitaciones super limpias, cómodas, cuidadas. La cama genial. El desayuno es con productos caseros, abundante y rico. Además nos atendieron bárbaro, tuvieron un gesto de deferencia con nosotros que apreciamos mucho. Super recomendable, volveríamos sin duda.