Nos hospedamos una noche en este hotel con el gancho de ser un Hotel Boutique y no lo es!!! Lo que caracteriza a un hotel boutique son a) localización, b) la arquitectura y diseño elegante y cuidado, y c) un servicio personalizado. Pues de esos 3 puntos el hotel solo cumple con la localización ya que está en el mero centro de Tequila a una cuadra de la plaza principal.
Sin embargo no tiene un diseño especial, todo es rústico como el 99% de los hoteles en Tequila, sin nada especial que lo destaque, y está super mini! De hecho pasamos de largo por la fachada sin saber que ese era nuestro hotel porque pareciera una tienda de recuerdos mas. Además no cuenta con estacionamiento y tienes que dejarlo varias cuadras aparte.
El cuarto es pequeño y solo hay espacio para la cama, un buro y una mini mesa, donde ni siquiera puedes colocar tu maleta, todo debe estar el piso. El baño con decoración rústica también pero un lavabo y espejo pequeño. La cama dura e incomoda, los muebles y la puerta rechinan y cuesta trabajo abrirla y cerrarla por ser de madera pesada y antigua.
De servicio personalizado no tiene absolutamente nada, es bastante ruidoso, escuchas a cada persona que pasa por los pasillos y lo que hablan en la recepción.
Cuando llegamos nos asignaron la primer habitación al lado de la recepción y tiene cero privacidad ya que la ventana del cuarto da a la recepción, así que no puedes dejarla abierta porque se ve todo.
Pedimos un cambio de cuarto y nos movieron al piso siguiente, donde la ventana del cuarto da a la ventana del cuarto de enfrente así que mismo cuento: si la abrían podías ver todo el interior del otro cuarto y viceversa, además las cortinas blancas delgadas dejaban pasar toda la luz.
No deberían mentir al público y publicitarse como "boutique".