4 días rodeados de naturaleza y calidez familiar. La habitación impecable y las instalaciones son funcionales y con buen diseño. En cada desayuno, almuerzo y cena lograron darle un sentido exquisito, simple. En nuestra estadía la atención estuvo sostenida por Facu, Fede y Majo que pertenecen a la familia propietaria de la estancia. Un verdadero lujo cada excursión que guió Daniel tanto por la estepa como por el lugar donde acampó en 1833 Darwin que logró estremecerme y las náuticas por la ría y la isla pingüino. Vimos gran variedad de fauna, guanacos, choiques, liebres, aves, pingüinos Magallanes y penacho amarillo y la inmensa estepa patagónica, Hicimos tanto y hubo tiempo para leer y descansar.
Una gran organización y amor por lo que hacen