Seguramente visitarás Puerto Rico por sus hermosas playas y sus brisas caribeñas, pero una vez que estés allí, es fácil ver qué hace que este archipiélago sea tan singular: desde la arquitectura histórica hasta su geografía natural diversa. Recorre San Juan para hacer compras y disfrutar de sus vistas entre edificios coloridos y calles adoquinadas. Haz una excursión por la selva tropical El Yunque para explorar sus cataratas y su vida silvestre. Y si hablamos de playas, no hay nada mejor que las arenas de la Isla de Vieques, especialmente Bahía Mosquito, donde en la noche el agua se torna de un color azul verdoso gracias a la presencia de microorganismos bioluminiscentes. ¿Y lo mejor de todo? El tamaño pequeño de Puerto Rico hace que puedas ver y hacer muchas cosas en un solo viaje.