En Raucho encontramos el lugar que busqué toda mi vida, una casa en el medio del campo, con varias hectáreas sembradas de maíz y soja (además de trigo que ya había sido cosechado), una huerta orgánica, caballos, gatos, perra, pájaros. Espacios abiertos para disfrutar de la naturaleza en todas sus formas: la puesta de sol en un banco de madera bajo un gran ombú y entre el sol y uno los campos sembrados, caminata hasta el arroyo, siesta bajo los árboles, disfrute total de noches estrelladas, bicicleteada en el camino de tierra al compás del canto de los pájaros.
A todo lo que ya dije hay que sumarle la atención de los dueños (Matteo y Mercedes) que es excelente y están en todos los detalles, desde la decoración de la casa hasta la preparación de la comida toda casera y exquisita y la atención a cualquier cosa que necesites.
Respecto a la comida me explayo un poco más porque es realmente deliciosa. En el desayuno sirven pan, mermeladas, dulce de leche, miel y budín todo casero, además de frutas, café, leche, té, cereales, jugo de naranja recién exprimido. Las cenas increíbles! la primera noche cenamos Ravioles caseros a las hierbas aromáticas (me olvidé de preguntar de qué era el relleno pero están buenísimos) y la segunda noche brochette de pollo con ensalada de papas y rúcula. Los postres increíbles, probamos los panqueques, el brownie con helado y el coulis de frutas también con helado. Insisto en que toda la comida es casera!
Matteo hizo las brochettes a la parrilla y para eso prendió un fuego hermoso de leña que pudimos mirar sentados en una mesa cerca de la parrilla, que está al aire libre, mientras nos tomábamos unos gin tonic! :)
En cuanto a los servicios todo excelente, el baño compartido súper limpio, la habitación grande y fresca. Los espacios al aire libre súper disfrutables, tienen una galería con un sofá y una mesa ratona muy cómodo además hay otras mesas en las que se pueden disfrutar todas las comidas. Hamacas paraguayas, bicicletas, pileta, libros, juegos de mesa... en fin, pensá un detalle que quieras y seguro en Raucho lo encontrás, porque estos chicos se pasaron con lo que armaron.
No hay que olvidar que Raucho es una Eco Guesthouse, esto implica que la energía es solar y hay que cuidarla, se apunta a un uso consciente de los recursos. No hay aire acondicionado pero la construcción de la casa está pensada para que no sufran calor, las paredes son gruesas y con mínimos cuidados se mantiene la habitación fresca. Se espera que disfrutes de la naturaleza, por eso no hay wifi, ni tele, ni señal de celular.
Altamente recomendable, extensa review, pero vale la pena porque aún así me quedaron cosas sin contar, vayan y disfruten, eso es todo!